El niño dobla la esquina. Como si lo esperara, escucha un campanazo, y alza la vista. Dos hombres miran el reloj a la vez, y empiezan a caminar más rápido. Otro estruendo, y el niño se echa a correr. La madre también escucha allá en la casa, mientras recoge los vasos del desayuno. Los campanazos llegan hasta el hospital, los enfermos se despiertan y el niño corre. Seguir
Deberes Humanos
Hace 8 años.
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